miércoles, 31 de diciembre de 2014

Cuenta atrás

Un año puede saber a poco. Pero si te hablan de 52 semanas, 365 días, 8.760 horas, 525.600 minutos o 31.536.000 segundos; piensas que cada cifra es una oportunidad que has tenido para cambiar algo, para transformar el tiempo en vida.
Hemos tenido todo este tiempo para hacer todo aquello que nos propusimos cuando nació 2014, sin embargo, muchos de nosotros hemos llegado al 31 de Diciembre con los deberes sin terminar.

Quizás, todos los planes que tenemos para hoy sobre terminar el año con una gran fiesta, en un lugar especial y con gente especial, no sea más que el reflejo de nuestra frustración por haber desaprovechado nuestro año y puede que hoy sea nuestra última oportunidad de redimirnos y terminar el año dignamente.
Será por eso que he empleado los últimos días en escribir este texto. Puede que esta entrada sea mi último cartucho con el que hacerme pensar que este año tuvo algo de sentido y no solo fue un trámite.

Es curioso que teniendo todo este tiempo, un solo día cobre tanta importancia. Pero es que el fin de año también tiene algo de especial. Hace que en las personas florezca un sentimiento que tiene algo mágico, una esperanza incomprensible que surge de forma espontánea.
Puede que esa esperanza desaparezca con el paso del tiempo... o quizás seamos nosotros los que la hagamos desaparecer justo en el momento en el creamos nuestros propósitos para el año nuevo.

Yo propongo una idea para que esa magia no se desvanezca tan deprisa. ¿Por qué no basamos nuestros nuevos propósitos en cosas que estén a nuestro alcance?
Todos tenemos a alguien a quien perdonar o pedir perdón, algún proyecto que empezar... cualquier cosa que no nos haga seguir anclados al pasado.

Por todo esto, por lo que dejamos, por lo que vendrá; os deseo de todo corazón que disfrutéis esta noche sin pensar en el ayer ni en el mañana.


Reír, besad, abrazad, amad...vivid porque, decidme si no es mágico empezar una historia en la noche de fin de año...

domingo, 14 de diciembre de 2014

Superego

Cuanto daño está haciendo el autoengaño en la evolución de nuestra sociedad. Autoengaño que ya no es tal, sino una realidad.

Todo tiene origen en la represión a la que hasta hace no mucho tiempo nos vimos impotentemente sometidos.
Tiempos en los que no teníamos permitido mirar más allá de lo que el "ser supremo" de turno quisiera.

Razones suficientes para que las nuevas generaciones hayan sido educadas en la libertad y la defensa de los derechos.
Yo soy el primero que aboga por la defensa de los derechos humanos, de la libertad de cada uno. Pero quizás hemos promovido la confianza y autosuficiencia de la población como individuos más que como individuos en sociedad. Y ello, creo que ha provocado que cada uno de nosotros nos creamos dueños de nuestra vida y héroes del colectivo.

Tal vez no seamos conscientes pero ese concepto que tenemos de nosotros mismos y con el que estamos plenamente realizados es muy pobre.
Vivir solo para alimentar el ego... Suena bien pero creo que no es suficiente.
Para nosotros, somos nuestra prioridad, nuestra necesidad, nuestro ser más querido; pero, ¿qué somos para los demás?

Pienso que la felicidad del individuo debe residir en él mismo y en el entorno que le rodea.
¿Cuánto tiempo es capaz de sobrevivir cualquier animal en un entorno hostil o en el que está poco familiarizado?
No olvidemos que el ser humano es otro animal, y que nuestro entorno a gran escala está lleno de depredadores.

Cada uno hace la guerra por su cuenta, pero la guerra no se puede ganar con un solo soldado.

Este mundo está más dividido que nunca. Dividido por intereses personales que lo único que hacen es brindarnos una satisfacción fugaz.

Parece que se nos está olvidando aquella sensación mágica al ver una sonrisa ajena provocada por nosotros, ser felices con la felicidad de la gente que queremos y sentir que ellos también lo son con la nuestra.

El amor está en franca decadencia sustituido por un arrogante individualismo.

Sinceramente, creo que todo es debido a que nos quedamos en la superficie por miedo a sumergirnos y ser incapaz de controlarlo todo.

domingo, 30 de noviembre de 2014

La parte del cuento que no nos contaron

Empatía, altruismo, honestidad, buena fe o sacrificio son conceptos que la RAE debería retirar debido a su obsolescencia.
Es curioso que en un mundo en el que la especie reinante es la humana, el sentimiento de humanidad brilla por su ausencia.
La gente, en general, es egoísta, narcisista y excesivamente soberbia.
La máxima que rige nuestras vidas es, en demasía, la de "El fin justifica los medios".
¿Qué pasa?, ¿es que sólo podemos plantearnos las circunstancias a las que nos somete la vida desde un punto de vista?

Sabemos que cada decisión que tomamos tiene repercusión sobre alguien pero preferimos mirar para otro lado ignorando el efecto. El mundo no debería ser así.


Jamás movemos un solo dedo por nadie. Con cada uno de nuestros actos siempre esperamos obtener algún beneficio... Nuestra vida es un negocio y nuestro cuerpo, nuestra herramienta (si quieren nuestros servicios, págalos). El mundo no debería ser así.


También hemos perdido todo sentido del respeto, de la honestidad.

Ir con la verdad por delante pocas veces es beneficioso, y eso afectará con frecuencia a nuestros intereses.
Gana con humildad y pierde con dignidad y deportividad, no seas vanidoso. Es bonito, ¿verdad?. Lástima que eso solo sea la teoría. El mundo no debería ser así.

Pero no toda la culpa es nuestra.

La vida es dura y el mundo la hace irrespirable.
Cuando nacemos nos encontramos con este entorno rodeándonos y haciéndonos ver que si no es, en ocasiones, engañando o pisoteando, jamás seremos nada.

Este es el mundo... pero EL MUNDO NO DEBERÍA SER ASÍ.



Hay personas buenas. Que llevan la honestidad por bandera. Que no dudan en tender la mano a nadie.

Personas que se labran un camino desde el sacrificio, la humildad y la "pulcritud".
Hay incluso personas que son capaces de sufrir para evitar el dolor de las personas que quieren.

Tristemente, a estas personas se les llama héroes. Y se les llama así porque lo son. Porque uno no se encuentra un héroe a la vuelta de la esquina, ni se dejan ver con facilidad (debido a su altruismo y humildad).



Cada día voy perdiendo un poco más la fe en el mundo, en el ser humano.


No debería pensar así del mundo... pero es que EL MUNDO NO DEBERÍA SER ASÍ.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Fin

Decir "adiós" es triste, sobre todo cuando sabes que es para siempre. Pero a mi solo hay algo que me de más miedo que tomar decisiones y esos son los finales.

Siempre nos han dicho que vivimos en una sociedad que ignora la muerte. Que pasamos por el mundo sin percatarnos de que un día, más tarde o más temprano, moriremos.
Yo no creo que sea exactamente así. No ignoramos la muerte por miedo a ella, sino al final.

A mi me cuesta especialmente afrontar el final.
Supongo que será por lo mucho que me cuesta empezar algo, tomar un camino sin retorno... superar mis miedos a los cambios; por lo que me duele tanto poner punto y final.
El vacío es inmenso y el tiempo que me lleva superarlo aún más.

Pero bueno, supongo que la vida es eso, quemar etapas. Pasar páginas, cauterizar las heridas fabricando unas nuevas y así hasta el tan temido pero inevitable final.

Vive porque mañana todo puede acabar... y pasado mañana empezar todo de nuevo.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Pequeños oasis

Todos hemos vivido en nuestra propia piel esos instantes de inconsciencia, esos escasos momentos en los que el alma parece trascender del vulgar cuerpo... eso a lo que todos llamamos felicidad.
Luchas toda la vida, te enfrentas a toda clase de adversidades. Con el viento en contra, con el mundo en contra, y a veces hasta contigo mismo en contra.
Cuan intensos deben ser esos escasos momentos de felicidad como para enfrentarnos a esta odisea que es la vida con el único fin de revalidar un momento de júbilo anterior.
El caso es que se habla mucho sobre la magia. Si existe o si no.
Pero lo cierto es que lo más parecido a la magia que he visto es el efecto causado por la serotonina... la felicidad.
Una sensación de la que solo eres consciente cuando ya ha pasado todo, y por un instante no recuerdas el motivo que te llevó a tal estado.

Estos momentos son tan puros para que puedas aferrarte a sus recuerdos cuando la vida te lleve a estar a los pies de los caballos.
Recuerda que hay personas, lugares, olores o canciones que te servirán de estímulo, pero la felicidad yace en ti.
Que nadie te haga creer que tu dicha depende de él/ella.
Sé feliz.

miércoles, 16 de julio de 2014

Raíces

Esta es una historia que se remonta 15 años atrás.

Una asociación organiza un evento en el colegio donde estudia José Angel, un niño de 8 años que debido al trabajo de su padre, vive con sus abuelos.
Durante el transcurso de dicho evento, la asociación regala a cada niño una encina para que cada uno la plante donde le plazca.
José Angel escoge un lugar próximo a la casa de campo de sus abuelos para plantar el arbustivo árbol.
Junto a su abuelo y su tío, José Angel pasa un buen rato plantando la pequeña encina.
Mientras cava el hoyo junto a su tío, José fantasea con crecer a la par que su pequeño arbolito, y aunque aún es pequeño, también imagina como dentro de algunos años, sus hijos y nietos verán la gran encina en todo su esplendor.

¿Casualidades de la vida?, ¿jugarretas del destino?... ¿quizás estemos más conectados de lo que creemos con nuestro entorno?

Hoy, 2014.

Han pasado los años, muchas primaveras en las que el pequeño José Angel ha tenido tiempo de hacerse mayor y poner los cimientos de su vida. Por otro lado, la pequeña encina habrá vivido años de abundantes lluvias, sequías, habrá desarrollado un tronco que empieza a ser robusto... habrá grabado anillos en su interior.
Pero por alguna razón que desconozco, tanto el chico como el árbol han recorrido caminos bastante parejos.
Aquel árbol que con tanta ilusión plantó José Angel, sigue tan menudo y débil como el día en que se asentó en esas tierras. Todo su entorno ha evolucionado pero su copa a duras penas se alza sobre la maleza que lo rodea.
La pequeña encina parece carecer de alma, de vida. En ella parece habitar el espíritu de ese niño que la sembró y que también se halla sin rumbo, perdido en la vida... petrificado en el tiempo.

No hace mucho, chico y árbol se volvieron a encontrar, y abriéndose paso entre la maleza parecían decirse con la mirada: "Hola amigo. Cuanto hemos sufrido para terminar siendo... nada".



viernes, 6 de junio de 2014

El cigarro que soñé

Con la intimidad que da el manto de la noche sobre mi patio, y con un cigarro en la mano, mi mente vuela libre. Iluso y distraído en las últimas noches de primavera, sueño; aunque me cueste, aunque casi no lo tenga permitido.
Sueño con el lugar, sueño con la persona... sueño con el tiesto donde plantar mis raíces y con la persona que las riegue día a día hasta donde acabe el horizonte.
Sueño con el mar, con una casita cercana a una playa casi virgen. Despertarme con la brisa de la mañana entrando junto a los primeros rayos de Sol por la ventana. Abro los ojos y la veo a ella, aún sumida en un profundo sueño. La despierta el olor del café que le he preparado junto a un par de tostadas y unas flores que salí a buscar después de pasear por la playa (me gusta pasear por la playa. Sentir la humedad de la arena en mis pies y el rumor del agua hace que el mundo parezca atemporal.).
Mientras tomamos esas tazas de café calientes, me gusta mirarla a los ojos e imaginar lo que me gustaría decirle y después de unos segundos decírselo. Luego, para bien o para mal, sonríe como solo ella sabe.

Con un escalofrió salgo de este sueño lúcido. Me choca bastante saltar de una cabañita de playa a mi oscuro patio.
Tras un breve inciso para tomar una bocanada de realidad, ingrediente primordial para soñar, ya que si no escapáramos de ella, no existirían los sueños; vuelvo a mirar a la cara a la Luna como esperando que me cuente que pasa en su cara oculta, pero el precio que hay que pagar para eso es demasiado elevado para la deuda que aún cargo sobre mi espalda. Aún le debo muchas noches.
De repente me viene a la mente una canción, mi canción. La tarareo mientras le aguanto la mirada a la Luna y le pido perdón por no poder tocarle la guitarra y darle las gracias por darme la oportunidad cada vez que sale de descubrir que aún queda alma dentro de mi.

Apago el cigarro y me voy a dormir.

Me doy cuenta que todos mis sueños caben en un solo cigarrillo. Tan sencillos y tan grandes a la vez, hacen que siga siendo especial luchar cada día por alargar el margen para ser feliz.

Os dejo, voy a seguir viviendo.

lunes, 2 de junio de 2014

Las enseñanzas del aprendiz

Un momento de soledad tras estos días de euforia personal me han bastado para darme cuenta de que no estoy ni mucho menos bien. Simplemente he estado ejecutando la misma táctica que utiliza el resto del mundo para seguir adelante, para no claudicar.

Creo que todo el mundo teme ser consciente de sí mismo, pánico a asumir la realidad y agotar las excusas para seguir viviendo con esperanza.
Todos nos engañamos convirtiendo en improbable lo que en el fondo sabemos imposible. Asumimos retos a sabiendas que son empresas abocadas al fracaso, nos embarcamos en sentimientos incontrolables creyendo llevar las riendas.
Pero cuando la realidad te despierta divide al mundo en dos grupos: Los que se hunden con el barco, y los que sonríen, los que le devuelven el golpe al destino en forma de resistencia.
Estos últimos me parecen verdaderos héroes. Ingenuos les llaman, cuando son perfectamente conscientes de las circunstancias. Y todas esas mentiras piadosas que se autoimponen son un bálsamo que la función que cumplen es la de mitigar el dolor, de redondear las puntas de los puñales que llevan clavados en la espalda.
Me gustaría saber mentirme como ellos, silenciar el ruido que genera la explosión de mis ilusiones precipitándose al abismo.

Intentaré aprender a engañarme, aprenderé a recibir y continuar.
¿Qué no me quiere?, ya aparecerá otra.
¿Qué no lo consigo?, ya tendré una nueva oportunidad...

Aprenderé a agotar todas las oportunidades antes de claudicar.

lunes, 5 de mayo de 2014

La verdad

Me he dado cuenta de que durante toda la vida vivimos una gran mentira que se basa fundamentalmente en arquetipos heredados y evolucionados generación tras generación y que nos hace actuar en la vida con el objetivo de ser más que cualquiera, de pensar que el triunfo en la vida es llegar a ser reconocido y tener las mayores posesiones...

Sinceramente creo que con estos pensamientos salen a relucir la inconsciencia y el hedonismo maquillado de indolencia con los que esta sociedad afronta que la vida está ahí, pero que el fin de ella también.

Por todo esto, me siento un privilegiado; que no un erudito, en cuanto a verdaderas prioridades en la vida.

Pienso que nacemos para aportar nuestro granito de arena en la historia, pero sobretodo, nacemos para gozar ciertos momentos puntuales. El resto de nuestra vida gira entorno a esos momentos, alcanzar esos verdaderos objetivos.
Momentos como compartir tardes con tu padre, mirar los ojos de aquella interesante chica y darte cuenta de que te has enamorado con la ilusión de un niño.
Otros momentos que formarán esos picos altos en nuestra línea de la vida como tomar por primera vez entre tus brazos a ese pequeño ser; fruto del amor entre dos personas que se aman tanto como para compartir sus vidas, momentos de intimidad cómplice con esa que es la mujer de tu vida y momentos de soledad placentera, etc.

Esa es la verdadera vida, ese es el patrimonio que nos llevaremos de este mundo. El amor de los tuyos, fruto del amor que tu profesaste por ellos durante toda tu existencia.

Quizás algún día consiga esto, o quizás no. Todo depende de esa fuerte energía que todos llamamos destino.

Esto es mi prototipo de vida plena. ¿Cuál es el tuyo?

martes, 29 de abril de 2014

Vivir tapando

Se hace muy difícil mostrar felicidad donde sólo hay vacío.
Es muy complicado intentar reflejar ser quien no eres hasta perder tu identidad.
 

Vivir en una casa de cristal y comenzar cada mañana con un terremoto en su interior.

Fingir una sonrisa mientras sufres como un perro solo para que toda la infelicidad que generas no se proyecte a tu alrededor.
Aparentar indiferencia mientras tus sueños, tus ilusiones no se rompen, sino que simplemente se desvanecen al mismo ritmo que tú haciéndote retorcer de dolor.


Muestras dureza cuando hace tiempo que el infierno de la depresión entró en tu vida arrasándolo todo. Un infierno en el que no hay fuego ni demonios, un infierno en el que estás solo con esta oscuridad que rodea tu mundo y te oprime el pecho.
Todo eso es una pesadilla que solo tú y tu mente enferma habéis convertido en la realidad más irrespirable. Haciéndote sentir el ser más insignificante, una basura que no merece seguir en una vida en la que no quieres estar y que muchos otros podrían aprovechar.

Tener miles de sentimientos dentro de ti incapaces de romper la coraza de hielo de la que el tiempo y tu mismo cubristeis tu corazón es la situación más desasosegante que puede existir.
Quererte arrancar la piel a tiras por si el alma reacciona al menos de dolor.
Tienes la sensación constante de caer a un abismo que se hace cada vez más profundo a mi paso.

Quizás todo este batiburrillo de palabras solo sean signo del momento tan confuso que atraviesa mi enferma e incongruente mente.

Y eso, señores, es vivir tapando. Esa es mi vida.

martes, 15 de abril de 2014

Posdata: Por fin un amor saludable

Cuán malvado es el destino que hizo cruzar nuestros caminos bajo circunstancias adversas...
Y es que nada ni nadie podría hacer imaginar que dos personas tan diferentes al resto del mini universo que nos rodea pudieran encontrarse alguna vez.
Siempre se dice que dos polos del mismo signo tienden a repelerse, que dos personalidades muy parecidas siempre chocan entre sí, pero bueno, en todos los ámbitos hay excepciones. Eso es lo que somos para el destino, una excepción... una gran excepción.
La vida se encargó de colocarnos en lugares distintos y a destiempo. La vida de cada uno de nosotros se fue sucediendo en universos diferentes. Nuestras vidas fueron ajenas la una de la otra hasta el momento en el que se unieron por un diminuto punto, una decisión tomada en el alambre de mis legendarias dudas.
Fue entonces, con nuestro primer encuentro, con la colisión de nuestras miradas cuando se produjo una fractura en los planes del destino.
Desde entonces fuimos descubriendo que nuestros mundos eran más parecidos de lo que podríamos imaginarnos, tanto, que a veces costaba diferenciarlos.
Largas parrafadas nocturnas y puras sonrisas diurnas hacían un "Big bang" de cada encuentro.
De repente, un día llegaron las tormentas de invierno. Llegaron a incomunicarnos pero jamás mataron lo que sentíamos el uno por el otro.
Pero por fin llegó la primavera, y con ella volvieron a brotar aquellas sonrisas, aquellos momentos de conexión que hacían mágica mi existencia.

Pero más allá de las circunstancias, del momento, de la posibilidad de escribir nuestra historia o dejarla inédita, la verdad es que quererte solo me ha echo bien.

Y ahora sé que te quiero. Y se que querer no puede ser un error porque gracias a ti descubrí que hay otra forma de amar, una forma menos dolorosa y con más risas que lamentos.
Quererte iluminó mi camino en los días más oscuros que pasé en mi vida.
Amarte me hizo replantearme mi vida y el mundo en general, en definitiva, crecer como persona.
Y por encima de todo, has conseguido que los recuerdos escuezan menos y que poco a poco se disipe la niebla en el horizonte.

Después de conocerte creo que eres la improbabilidad más inevitable que habrá en mi vida.

El desamor y sus delirios

Una vez me enamoré irracionalmente de una chica, me enamoré tanto que dolía.
Un día me enteré de que ella estaba con otro. Resultó que ella no estaba tan enamorada de mi como yo soñaba.
Lo que intento decir es que entiendo lo que es sentirse el ser más pequeño, insignificante y patético de la humanidad y lo que es sentir dolor en partes del cuerpo que ni siquiera sabías que tenías. Y da igual cuantas veces cambies de peinado, a cuantos gimnasios te apuntes o cuantas cervezas te tomes con los amigos porque sigues acostándote todas las noches repasando todos los detalles y preguntándote que hiciste mal o que pudiste malinterpretar... y como puñetas, en ese breve instante pudiste pensar que eras tan feliz. A veces incluso logras convencerte de que ella verá la luz y se presentará en tu puerta.

Y después de todo eso, y aunque esa situación dure mucho tiempo, vas a un lugar nuevo y conoces a gente que te hace recuperar tu amor propio, y vas recomponiendo tu alma pedazo a pedazo, y toda esa época difusa, esos años de tu vida que has malgastado empiezan por fin a desvanecerse.

Kate Winslet en "The holidays"... más o menos.

sábado, 15 de marzo de 2014

El dolor es necesario

No es la chica de tus sueños... no te engañes, la quieres.
No tiene una mirada tan enigmática... no te engañes, la quieres.
No es tan dulce... no te engañes, la quieres.
No es tan maravillosa... no te engañes, la quieres.

No la quiero... no te engañes, estás loco por ella.

Estos son algunos de los pensamientos artificiales que intentamos introducirnos en la mente para ignorar la desesperación de no tenerla, el dolor del rechazo... el sufrimiento de sentirte un desgraciado por escribir a solas la historia que soñaste narrar a dos colores.

Acuerdate de esas puestas de Sol que no compartiréis, los álbumes de fotos que jamás recordareis, los besos que ya no os daréis.
Cuando te empiecen a llover todos estos pensamientos serás consciente de la cruda realidad, y a partir de ahí podrás reinventar todos aquellos sueños que tuviste que derrumbar para tocar dicha realidad.

Como escribió el escritor, "La vida es sueño". Pero la vida es sueño solo cuando el soñador sueña mientras duerme y no mientras vive.


No esquives el dolor creando falsas realidades.
Vive la vida que elegiste, no la que no te lastime.

El precio del amor

Decir "te quiero" es demasiado fácil pero sentirlo de verdad es mucho más complicado.
Uno no elige de quien se enamora y de quien no, es por eso que proclamar tu amor por alguien a los cuatro vientos no tiene porque significar nada.

Vivimos en una sociedad tan superficial, tan alejada de lo visceral que hemos perdido la capacidad de diferenciar las múltiples variantes del afecto. Por tanto, es muy habitual confundir amor donde solo hay un mero cariño.
Al tener el amor un precio tan barato últimamente también es más frágil y se desmorona con la más mínima tormenta.
Y es que el que crea que el amor es besarse a cada rato por las esquinas o mandar "SMSs" cada 10 minutos hasta agotar el saldo está muy equivocado.

El amor es mucho más que eso. El amor es sonreír espontáneamente sin motivo aparente, es sentir un vacío en la cama cuando ella no está, es ser feliz para que sea feliz.
El amor es sacrificio, es altruismo, es sufrimiento pero también es sorpresa, es magia... es la vida.


Quizás el amor no esté perdiendo valor, quizás seamos nosotros los que lo estemos perdiendo.

jueves, 13 de febrero de 2014

Deuda eterna

Todos tenemos una derrota que arrastramos a lo largo de la vida, una muesca en la culata que hace que sintamos un pellizco. Todos conservamos un amor que se mantiene impasivo al paso del tiempo y las circunstancias.
Ese amor que por intenso o por imposible quedó grabado a fuego, ese que con su definitiva ausencia te hace ser consciente de que por mucho empeño que le pongas, jamás hallaras la felicidad completa.
 Se acabó, el tiempo pasó y té atropelló dejando en la cuneta planes y caricias que quedaron petrificados.
Y puedes recorrer el mundo, conocer a miles de personas, podrás tener una vida; una gran vida, pero siempre rondará tu cabeza la eterna pregunta de "¿Qué habríamos sido?".

Quizás ya no sea amor, quizás solo nostalgia; pero es esa nostalgia que quema al roce con la piel, la que vuelve la mirada en tiempos oscuros... la que rompe tu paraguas en días de lluvia.

Tú tienes tu vida, ella tiene la suya pero el hilo aún cuelga del extremo que tú agarras.


El corazón no es altruista, si él te regala un sentimiento tú tienes que corresponderle con decisión y valentía. Y ese amor inmortal no es más que una deuda que arrastrarás de por vida.

viernes, 3 de enero de 2014

Como su propio nombre indica

Bueno, puede que este blog tenga tintes derrotistas, negativos; digamos...poco alentadores. Pero es que este blog refleja mis vivencias, y es así.
Sin embargo, una cosa no quita a la otra. Que mi vida sea mayoritariamente triste y esté llena de sinsabores, la verdad es que, aunque escasos, también he tenido buenos momentos.
Por eso quiero desprenderme por un momento de mi carácter huraño y alicaído para agradecerle a la vida que me haya dado todo lo bueno que tengo, poco o mucho, pero todos tenemos algo que otros anhelan.
Quiero dar las gracias por tener una madre que, aunque nunca me entienda, siempre se ha dejado el alma por sacar a sus hijos adelante; y unas hermanas a las que querer.
También me siento dichoso por tener los mejores amigos que se puedan tener, unos amigos que en sus excentricidades reside su grandeza.
Cierto es que casi siempre me ha tocado probar su lado más amargo, y en estos momentos también. Y es que he tenido el placer de conocer el amor en su estado más puro, y me siento orgulloso de haberlo sentido con esas personas.

El 2013 tampoco es que haya sido un buen año, pero si se que será un año crucial en mi vida.
Fue un año de cambios radicales, de introspecciones, descubrimientos internos y sobretodo, ha sido el año en el que he puesto la primera piedra para mi recuperación.
La balanza siempre se equilibra y aunque algunas personas han desaparecido de mi vida, otras han irrumpido en ella con mucha fuerza; siempre con una lección bajo el brazo. Por fortuna, otras personas siguen manteniéndose a mi lado.

Quizás, inconscientemente, sea todo esto a lo que me agarre en estos tiempos tan oscuros que estoy viviendo para que me quede un mínimo de esperanza en mi curación.

Y ahora cambiemos la gratitud para entonar el "Mea culpa".
Quiero pedir perdón a todas y cada una de las personas que han intentado ayudarme, apoyarme o simplemente preocuparse por mi y sin embargo se han chocado contra un muro. Ellos no tienen la culpa de los reproches que guardo.
También quiero disculparme con la persona a la que más daño he echo con mi comportamiento, yo mismo. Mi actitud fría, distante y por momentos bipolar he apartado de mi lado a personas que me importan más de lo que se puedan imaginar.


 Como su propio nombre indica, este blog contiene todo aquello que no me atrevo a decir. Así que esta larga parrafada son las palabras que si las cosas no cambian, jamás saldrán de mi boca.

jueves, 2 de enero de 2014

Año nuevo

Ahora que ha nacido 2014 y que todo son deseos de prosperidad al prójimo y buenos propósitos para el nuevo año, me gustaría hacer un fugaz retroceso en el tiempo.
Todo el mundo, al comenzar el año, siempre se propone nuevos y sanos hábitos, potenciar ciertas relaciones estancadas, reciclaje personal, etc.
Estoy seguro de que todos nos sorprenderíamos si volviéramos atrás y recordásemos todos aquellos propósitos y deseos que queríamos para cada año nuevo.

Muchos, al comenzar un nuevo año, automáticamente desechan el anterior sin pararse a pensar que el 100% de los deseos para el nuevo año vienen motivados por las vivencias del año que murió.
Querrán repetir los buenos momentos vividos y olvidar los malos, poner en práctica las enseñanzas aprendidas con las decepciones pasadas, o construir lo que soñaron y hacerlo con la gente que conocieron.
Cada año que pasamos es el fruto del anterior y un proyecto del siguiente.

Después de esta breve entrada nos habremos dado cuenta de lo mucho que cambiamos en un año.
Porque vivir no es solo pasar las hojas del calendario.

Feliz 2014 y mis más sinceros deseos de salud y felicidad plena para este aún lactante año.