martes, 29 de abril de 2014

Vivir tapando

Se hace muy difícil mostrar felicidad donde sólo hay vacío.
Es muy complicado intentar reflejar ser quien no eres hasta perder tu identidad.
 

Vivir en una casa de cristal y comenzar cada mañana con un terremoto en su interior.

Fingir una sonrisa mientras sufres como un perro solo para que toda la infelicidad que generas no se proyecte a tu alrededor.
Aparentar indiferencia mientras tus sueños, tus ilusiones no se rompen, sino que simplemente se desvanecen al mismo ritmo que tú haciéndote retorcer de dolor.


Muestras dureza cuando hace tiempo que el infierno de la depresión entró en tu vida arrasándolo todo. Un infierno en el que no hay fuego ni demonios, un infierno en el que estás solo con esta oscuridad que rodea tu mundo y te oprime el pecho.
Todo eso es una pesadilla que solo tú y tu mente enferma habéis convertido en la realidad más irrespirable. Haciéndote sentir el ser más insignificante, una basura que no merece seguir en una vida en la que no quieres estar y que muchos otros podrían aprovechar.

Tener miles de sentimientos dentro de ti incapaces de romper la coraza de hielo de la que el tiempo y tu mismo cubristeis tu corazón es la situación más desasosegante que puede existir.
Quererte arrancar la piel a tiras por si el alma reacciona al menos de dolor.
Tienes la sensación constante de caer a un abismo que se hace cada vez más profundo a mi paso.

Quizás todo este batiburrillo de palabras solo sean signo del momento tan confuso que atraviesa mi enferma e incongruente mente.

Y eso, señores, es vivir tapando. Esa es mi vida.

martes, 15 de abril de 2014

Posdata: Por fin un amor saludable

Cuán malvado es el destino que hizo cruzar nuestros caminos bajo circunstancias adversas...
Y es que nada ni nadie podría hacer imaginar que dos personas tan diferentes al resto del mini universo que nos rodea pudieran encontrarse alguna vez.
Siempre se dice que dos polos del mismo signo tienden a repelerse, que dos personalidades muy parecidas siempre chocan entre sí, pero bueno, en todos los ámbitos hay excepciones. Eso es lo que somos para el destino, una excepción... una gran excepción.
La vida se encargó de colocarnos en lugares distintos y a destiempo. La vida de cada uno de nosotros se fue sucediendo en universos diferentes. Nuestras vidas fueron ajenas la una de la otra hasta el momento en el que se unieron por un diminuto punto, una decisión tomada en el alambre de mis legendarias dudas.
Fue entonces, con nuestro primer encuentro, con la colisión de nuestras miradas cuando se produjo una fractura en los planes del destino.
Desde entonces fuimos descubriendo que nuestros mundos eran más parecidos de lo que podríamos imaginarnos, tanto, que a veces costaba diferenciarlos.
Largas parrafadas nocturnas y puras sonrisas diurnas hacían un "Big bang" de cada encuentro.
De repente, un día llegaron las tormentas de invierno. Llegaron a incomunicarnos pero jamás mataron lo que sentíamos el uno por el otro.
Pero por fin llegó la primavera, y con ella volvieron a brotar aquellas sonrisas, aquellos momentos de conexión que hacían mágica mi existencia.

Pero más allá de las circunstancias, del momento, de la posibilidad de escribir nuestra historia o dejarla inédita, la verdad es que quererte solo me ha echo bien.

Y ahora sé que te quiero. Y se que querer no puede ser un error porque gracias a ti descubrí que hay otra forma de amar, una forma menos dolorosa y con más risas que lamentos.
Quererte iluminó mi camino en los días más oscuros que pasé en mi vida.
Amarte me hizo replantearme mi vida y el mundo en general, en definitiva, crecer como persona.
Y por encima de todo, has conseguido que los recuerdos escuezan menos y que poco a poco se disipe la niebla en el horizonte.

Después de conocerte creo que eres la improbabilidad más inevitable que habrá en mi vida.

El desamor y sus delirios

Una vez me enamoré irracionalmente de una chica, me enamoré tanto que dolía.
Un día me enteré de que ella estaba con otro. Resultó que ella no estaba tan enamorada de mi como yo soñaba.
Lo que intento decir es que entiendo lo que es sentirse el ser más pequeño, insignificante y patético de la humanidad y lo que es sentir dolor en partes del cuerpo que ni siquiera sabías que tenías. Y da igual cuantas veces cambies de peinado, a cuantos gimnasios te apuntes o cuantas cervezas te tomes con los amigos porque sigues acostándote todas las noches repasando todos los detalles y preguntándote que hiciste mal o que pudiste malinterpretar... y como puñetas, en ese breve instante pudiste pensar que eras tan feliz. A veces incluso logras convencerte de que ella verá la luz y se presentará en tu puerta.

Y después de todo eso, y aunque esa situación dure mucho tiempo, vas a un lugar nuevo y conoces a gente que te hace recuperar tu amor propio, y vas recomponiendo tu alma pedazo a pedazo, y toda esa época difusa, esos años de tu vida que has malgastado empiezan por fin a desvanecerse.

Kate Winslet en "The holidays"... más o menos.