sábado, 8 de julio de 2017

Carta sin destino

Y de repente te encuentra cuan vagabundo sobre el felpudo de las puertas que un día te recibieron abiertas de par en par y que ahora parecen cerradas a cal y canto.
A veces llueve y hace frío;y necesitas que alguien te arrope y te caliente. Sin embargo, otras veces, llamas por nada, porque si. Llamas a sus puertas porque la soledad ya ha escuchado mil veces la historia de tu vida y simplemente necesitas sentirte querido, aceptado.

Es muy duro ser consciente de que, a lo largo de toda tu vida, no has sabido hacer amigos. Te sientes frustrado y desilusionado contigo mismo.
Pero bueno, era de esperar. Una persona inestable solo crea inestabilidad a su alrededor.

Supongo que mi rol de "perfil bajo" nunca ayudo. Y es que con el paso de los años me fui volviendo más pequeño e invisible hasta esconderme debajo de la alfombra junto al polvo olvidado de toda casa a merced de las pisadas del resto del mundo.

Hoy no hay vuelta atrás.
Quizás algún día todo pudo ser diferente pero, movida por mis complejos y mi terquedad, la ruleta de mi vida volvió a girar dejándome solo de nuevo.

Es difícil aprender a convivir con ello pero, al fin y al cabo, todos nacemos y morimos solos. Yo ya estoy preparado.