jueves, 31 de diciembre de 2020

2020, año cero.

Comienzo a escribir esto hoy, 29 de octubre, con el fin de contar con el tiempo suficiente para poder expresar lo más acertadamente posible lo que ha significado este fatídico 2020.

Por decirlo de alguna manera: Nunca tuve tantas ganas de que un año, en el que me han ido medianamente bien las cosas a nivel personal, terminara.

He viajado más que en los últimos tiempos, viví experiencias nuevas, se casó uno de mis mejores amigos, recuperé antiguas amistades, conocí gente nueva, pude ampliar mi formación y además encontré trabajo.

Todo salió a pedir de boca. Sin embargo, de poco vale que mi año haya sido bueno cuando miles de personas ya no están entre nosotros por culpa de este maldito virus que nos ha cambiado la forma de vivir sin previo aviso.

El sentimiento predominante la mayor parte de este año ha sido el miedo. Miedo a contagiarnos, miedo a contagiar.

Quiero y necesito pensar que, a poco que pase algo bueno, el 2021 será mejor que este maldito 2020.

Confiemos en que gracias a la vacuna y la responsabilidad de la gente (La mayoría), al final de 2022 podamos hablar del Covid-19 en pasado.


Feliz año a tod@s y, desde aquí, mi recuerdo para todas aquellas personas que perdieron la vida a causa de esta pandemia mundial.