sábado, 25 de abril de 2020

¿Qué pasará?

Día 43 de confinamiento y sigo tachando días en el calendario.
Los muertos siguen acumulándose y los contagiados son cada vez más.
Se prevén más días de encierro, meses de aislamiento social y años de depresión económica.

Tras días y días alimentando estas ideas, mi cabeza, enfrento un duro combate entre las ganas y el miedo a volver a salir a la calle, al mundo... A la vida.
Por un lado tengo unas ganas terribles de estar con mis amigos, abrazar a mis abuelos, de besar, de tocar. Tengo ganas de pasear sin motivo y estar en casa por decisión propia.
Por otro lado me invade el miedo por la incertidumbre. Miedo porque salir no signifique aún ser libre, por el cambio de las relaciones personales, por la psicosis, por la miseria que nos encontremos. Tengo miedo porque el mundo oscuro que he descrito tantas veces solo sea un preámbulo de los que nos espera ahí fuera.

En resumen, no sé si estoy preparado para enfrentarme al mundo en estas nuevas circunstancias. Para vivir en un estado de alerta continuo. Para querernos de lejos y disfrutar bajito.