martes, 11 de febrero de 2020

Héroes de poster

El mundo está lleno de gente emocionalmente curiosa.
Ven la "basura espacial" que orbita a tu alrededor y no se si movidos por la curiosidad o por esa necesidad que nos generan las comedias románticas de vivir un amor intensamente tormentoso con final de cuento y perdices de por medio se adentran en tu mundo esperando encontrar a alguien profundo.
Pero cuando lo que encuentran es un ser atormentado y destruido salen despavoridos.
La verdad es que no debe ser nada divertido desperdiciar nuestro preciado tiempo junto a un tipo que no finge ser oscuro solo por parecer interesante, sino que verdaderamente su vida es una especie de mundo postapocalíptico, con el viento silbando en el vacío y la atmósfera rebosando toxicidad durante los próximo mil años.

Tal vez, esa gente, tenga la necesidad de sentirse egoistamente héroes y quieran experimentar la sensación de haberte salvado la vida y tú te veas obligado a estar agradecido de por vida.

¡Perfecto! Has ascendido de categoría. Pasas de ser un ser insignificante más de La Tierra a sentirte como un gatito desvalido que ha quedado atrapado en la rama de un árbol y al que algún alma caritativa viene a salvar.
Pero resulta que detrás de todo eso hay una persona emocionalmente inestable, vulnerable. Con cantidad de problemas y varias heridas aún por cicatrizar.
Entonces, de repente, aparece alguien a quien extrañamente pareces interesarle. Se preocupa por ti y hace que te preocupes por ella.
Habláis del amor, del trabajo, de la familia, de la vida, de todo en general. Habláis durante horas sin que ese tiempo pese más que una pluma.
Te hace sentir especial. Tan especial que hasta parece que el corazón vuelve a latirte.
La sensación es de andar por el arcén de una carretera desierta durante horas. Te sientes solo y cansado de la vida a una hora intempestiva.
Estás apunto de tirar la toalla cuando las luces de un coche aproximándose te ciegan y se frenan justo a tu altura.
¡Salvado!
Pero después de unos kilómetros, cuando ralentiza la marcha y te lanza por la puerta de una patada, descubres que solo fuiste una anécdota que contar cuando acabe su viaje. O quizás le vencía el sueño y te subió porque solo necesitaba conversación y alguien que le reafirmara un poco más su autoestima.

Finalmente, esta emocionante historia acaba con un giro de guión inesperado. El héroe de este cuento sigue a toda velocidad hasta llegar a su destino como si tal cosa y tú te quedas tirado en el arcén cual colilla que se tira por la ventanilla pero aún más lejos de casa que antes.