lunes, 14 de septiembre de 2015

Cuestión de tiempo

Siempre que cierres una puerta, asegúrate de echar bien el cerrojo porque nunca sabes cuando el tiempo te la va a volver a jugar. Nunca sabes cuando abrirá una rendija por la que colará unos recuerdos que tu creías enterrados.
Como el tiempo es tan hijo de puta, siempre suele aparecer para hacer daño y es por ello que los recuerdos que manda son aquellos que te jodieron algún momento de tu vida y que tanto te costó hundir el baúl donde los guardaste.

De repente, se te amarga la boca y la garganta vuelve a anudarse... y descubres que el tiempo solo te dió ventaja. Unos días, unos meses, unos años; Que más da. Todos somos marionetas del tiempo y las circunstancias.

Y la verdad es que no se porque estoy escribiendo esto puesto que el panorama que ahora se me presenta es alentador. Quizás Cronos vino a visitarme y dejó propina.