martes, 19 de marzo de 2013

¿Por qué no?

En determinadas ocasiones se confunden los sentimientos.
Estás en un mal momento, dañado por los reveses de la vida. Te sientes solo, abatido, desencantado con el mundo...pero de repente entra alguien en tu vida para darle otro matiz. Digamos que te enriquece la vida con sonrisas, buen rollo, cariño...
Introduce cambios, poco a poco los días no son tan malos y de tu boca empieza a brotar la risa.
Pero hay que tener cuidado, esa amistad llega en un momento en el que estás vulnerable y con una enorme falta de afecto. En esas circunstancias, una amistad puede confundirse con brotes de amor.
Eso puede hacer que vuelvan a salir antiguos fantasmas, inseguridades aparentemente ya superadas y una futura nueva desilusión. Entonces esta gran amistad puede volverse en tu contra y toda la gama cromática que introdujo en tu vida se puede tornar en oscuridad.
No hay que alarmarse, todo esto puede evitarse reculando a tiempo y volviendo a la realidad sin que los restos de un naufragio anterior hagan mella en una gran amistad.

A todo esto, me hago una pregunta...¿por qué somos tan pusilánimes?

¿Por qué pensamos que confundimos los sentimientos?¿por qué no puede ser amor porque si, porque surge?
Todo es posible.
Una persona que te alegra, te hace olvidar los cielos grises y te hace ver que vuelves a valer la pena puede llegar a enamorarte.
Es verdad que todo empieza con una amistad pero ¿por qué nos obcecamos en que el amor debe ser a primera vista?
El amor puede empezar con un simple "Buenos días" e ir alimentándose día a día a base de cariño y complicidad ..y lo que empezó con 2 palabras puede tornarse en un amor verdadero, sin dobleces.

En determinadas ocasiones se confunden los sentimientos...o sencillamente evolucionan en algo maravilloso.